18.3.09

Hoy.


Esta es sólo una fotografia (de una gran muestra) de hoy. El tema llevará gran repercusión en los próximos días pero yo quiero resaltar únicamente un aspecto. No entraré en polémicas de quién tiene razón ni quién no. El tema Bolonya es algo demasiado mediático y complejo.
Lo que a mí me resulta especialmente increíble son las imágenes de los incidentes, las actuaciones realizadas. Viendo cualquiera de las acciones tomadas por el rector y las reacciones de los estudiantes creo estar viendo imágenes antiguas grabadas con una cámara de vídeo inexplicablemente actual. Teniendo razón o no, creo que las gestiones realizadas distan mucho de ser las óptimas, idóneas o meramente correctas. Como digo, pese a ser la mejor solución, ésta pierde la totalidad de validez con las maneras nefastas en que se han realizado.

Vivimos en una sociedad en la que (sólo en apariencias) estamos muy preocupados por aspectos como el maltrato infantil, los maltratos a los animales o el maltrato de género. Lo que más gracia me hace es la manera de solucionarlo. Información y más información sobre violencia (para intentar supuestamente extinguirlo) y resulta que para solucionar un problema van y, casualmente, acuden a la violencia. Se ve que después de darle mucho al coco la mejor solución que han podido encontrar ha sido la fuerza bruta. Qué buen ejemplo.
Realmente me parece penoso y me avergüenza que parezca que con los años no mejoremos. Parece que no aprendamos nada. Y me causa vergüenza ajena. Vergüenza a ver la manera cómo seguimos actuando igual que hace años. Comentiendo los mismos (o peores) errores aún habiendo vivido consecuencias terroríficas. Aquí, definitivamente, algo falla.

Con la policía todo solucionado
Para los problemas: jarabe de palo
Pero el corazón nadie me lo ha arreglado
De vergüenza el cielo se rompió en pedazos

Fito & Extremoduro - Ni blanco ni negro

13.3.09

Matanza

No sé si habrán leído o escuchado una noticia acerca de una matanza en Alemania. Quizá no tuvieron consciencia porque están ya acostumbrados, gracias a que la mayor parte de partes informativos incluyen varias muertes o asesinatos. A mi me llamó la atención porque se cometió en un centro de enseñanza llamado ‘Albertville’. Resulta que un joven de 17 años y ex alumno del centro ha matado a 9 alumnos, 3 profesores y otras 5 personas, además de herir a otras cuantas. Pertenecía a una familia acomodada, dejó los tratamientos psicológicos y su padre guarda (sin restricciones de acceso) una colección de 18 armas de posesión legal. Como suele ser habitual, después de la masacre, al ver que no podía huir, se suicidó.
En estos casos, después de las palabras gubernamentales de luto, se intenta buscar culpables. Quizá esa no sea la manera. Pensando 2 minutos en ello, pueden encontrar a muchos culpables (familia, psicólogos, armas -permisos-, etc.).
Estos días en la facultad nos explican teorías (y muchas otras cosas que no son teorías) sobre el aprendizaje escolar. Independientemente del motivo que le llevó a hacer esa atrocidad, cabe preguntarse sobre el papel de la escuela. El asesino había pasado (y seguía pasando) innumerables pruebas escolares. Y resulta que un aspecto educativo tan claro como la vida no se lo habían explicado (o evaluado o…).
Me parece increíble que alguien que presuntamente llevaba años formándose en diferentes instituciones académicas pueda llegar a realizar semejante agresión.
Aquí algo falla. Algo se nos escapa de las manos si no podemos ver, prevenir y/o neutralizar ese tipo de comportamientos. Quizá el problema sea ahora hacer de eso un escándalo mediático -928.000 resultados en google para Kretschmer- y no haber tomado medidas satisfactorias previamente. Quizá no vamos en el sentido correcto.

2.3.09

Infidelidad

Salta rápidamente el escalón que, desde el tren, la separa del andén y se escabulle entre la gente; con miedo a ser detectada. Piensa lo mal que lo pasa en estos momentos, que no se está comportando bien, como ella suele comportarse, y planifica cómo, por fin, se lo explicará a su pareja. “Verás, tú sabes que desde hace un tiempo las cosas no van bien entre tú y yo… hace unas semanas que me veo con otra persona…”. Será difícil, está claro, pero (piensa) en unos días todo irá mejor.
Como las 4 o 5 veces anteriores (ya no recordaba el número) había sido fantástico. La tarde paseando, explicándose anécdotas interesantísimas y acabando el paseo con un bocadillo de su embutido preferido. Pero lo mejor estaba por llegar. Esa misma noche, agitada por un ataque de optimismo y ganas, confesó. Todo ocurrió de forma muy diferente a cómo siempre había pensado. Él resultó tranquilo, inalterable y de forma pasiva dijo “ya lo sabía”. Dejaba ir una sonrisilla sarcástica entre sus carnosos labios, lo cual agravó la situación. “Verás, entiendo cómo te puedes llegar a sentir ahora, pero en este momento, créeme, es lo mejor para los dos. No te lo tomes a mal, por favor…”. Mientras él, con la mirada fija en los libros de la estantería, como si buscara el título ideal de un libro que le pudiera funcionar como frase, seguía sonriendo. “No puedes llegar a entender cómo me siento y lo que tampoco entenderás será lo que te diré a continuación. Con él, que me importa bien poco quién es, cómo es, y qué te gusta de él, no serás feliz; hasta que llegue el momento en que encuentres otro. Te conozco bien y necesitas esa dualidad para ser feliz. ¿Recuerdas el día de tu cumpleaños? Entonces me di cuenta; olías diferente y encontré de forma accidental la tarjeta visita de un restaurante. Desde entonces me fijé bien y lo entendí todo. Pero te veía feliz; más feliz que nunca. Igual que estabas al principio conmigo cuando nos escondíamos de tu ex”.
Prefería tenerte al 50%.