3.5.19

Texto sin final 1

El protagonista de esta historia llevaba tiempo sin acabar de encontrarle el sentido a nada. Cada mañana cogía el metro para llegar hasta el trabajo. Lo tenía todo ya automatizado así que no solía prestar especial atención a nada. Y todo esto está escrito en pasado porque esta semana no ha sido así.

Este último lunes, en el intercambiador de metro entre la línea 3 y la línea 1, se ha cruzado con una chica. Sí; en realidad se ha cruzado con muchas pero con ella, por casualidad, se han cruzado las miradas y, como si uno fuese el reflejo del otro, han sonreído a la vez. Ha sido bastante extraño pero ese hecho que ha pasado en cuestión de segundos le ha dejado pensativo toda la mañana.

Esa misma tarde, al llegar a casa, él ha llamado a un teléfono de una chica que se anunciaba en el periódico. "Discreta y profesional" rezaba el anuncio. Nunca había llamado antes a uno de estos teléfonos pero como decía antes, el protagonista llevaba tiempo sin encontrarle el sentido a nada así que ha probado suerte. Han estado no más de cinco minutos hablando por teléfono pero él se ha quedado con ganas de más.

El martes y el miércoles de esa semana han seguido cruzándose por la mañana. Autómatas los dos, han cogido siempre los mismos metros y se han cruzado en el mismo largo pasillo del transbordo (metro arriba, metro abajo).

Esos mismos días, por la tarde, ha llamado a Sara; que así le ha dicho que se llama la discreta y profesional del anuncio. Tan solo han hablado; ni siquiera han contemplado la opción de verse un día. No hacía falta. Él ha asociado de forma directa aquella cara y aquella mirada del metro (cuya persona nunca ha escuchado) con aquella voz del teléfono (cuya persona nunca ha visto).

El jueves no ha visto a la chica del metro porque él no se encontraba bien y no ha ido a trabajar. Para no ser infiel a la chica de la mañana, no ha llamado tampoco a la de la tarde.

Finalmente, hoy viernes, ha pasado algo inesperado. El protagonista ha cruzado una nueva sonrisa con la chica del metro por la mañana pero, ya por la tarde, al intentar llamar a Sara, no le ha contestado la misma persona. Después de mucho insistir, le han explicado que ha tenido un accidente y él ha entendido esto como una señal: tiene este fin de semana para dar con ella y evitar el suceso que haría que la semana que viene no se puedan cruzar en el metro.

1.5.19

Keep on going, little princess

¿Crees que el tiempo pasa muy deprisa?

Pues bien, yo empecé a escribir esto el día que por fin conocí a tu pareja. Me habías hablado mucho de él pero no me lo acababa de imaginar. Sobre todo no acababa de ver qué tipo de interacciones habrían entre vosotros dos. No tengo nada contra él. Me cayó genial pero en seguida lo vi claro: te mereces mucho más. No te lo dije aunque quizá me lo notaste. O quizá no. Tampoco era el momento: estabais esperando vuestro primer hijo.

Estoy convencido de que lo educaréis genial. Estoy convencido de que lo comprobaré en primera persona. Quizá yo le consiga aportar algo importante. Quizá él se convierta para mí en el hijo que nunca llegaré a tener.

Y es que me estoy dirigiendo a tu yo del futuro. Porque la vida da muchas vueltas y, simplemente por estadística, probablemente llegue el día en que tu pareja o/y tu decidáis tomar cada uno un camino. Y así de simple, puede que un día, tú y yo nos veamos de manera diferente el uno al otro.

Y todo esto lo escribo porque estoy seguro de que estamos hechos el uno para el otro. Porque creo que, juntos, nos queda mucho por vivir. Hasta ese posible futuro, keep on going!