28.4.09

Flores.

Soy florista (o florero). Me encantan las flores. Amapolas, claveles, orquídeas, rosas, margaritas...

Tengo un invernadero donde cada mañana las riego, veo cómo crecen y les cuento cómo le va al mundo. Para mí son toda mi vida. Para otros no. Hay mucha gente que las compra para regalar. Otros sólo por gastar. O para, al igual que yo, plantar y cultivar. Otros para obtener frutas, o dar vida a su patio. Otros para hacer macrofotografía y llenarse el bolsillo de dinero a costa de ellas. Y por último, hay quien que las compra con la finalidad de dejarlas abandonadas en un cementerio, ya que para esas personas simbolizan un ser querido que no tienen al lado.

Y todo ello con las mismas flores. Me emociona. Sin ellas todo cambiaría. Ellas siempre, sin complicarse en las implicaciones que comporta, realizan muy diversas funciones. Quizá sea porque son realmente inteligentes y saben adaptarse a la situación (una de las definiciones de inteligencia más extendidas).

20.4.09

¿1 idea simple?

La semana pasada en clase se nos mostró un video donde cerca de 3000 maravillosos americanos enseñaban a sus hijos a utilizar correctamente pistolas con balas reales. Esas mismas personas se extrañaban cuando se les indicaba que en España esta prohibido el uso de armas. Nos han comentado (simplificando mucho) que no se trata de locura, sino de diferentes contextos donde las personas tienen diferentes “costumbres” y que nosotros no estamos a salvo de contradicciones impactantes.

No entraré en discusiones. Me pregunto si es necesario ese nivel de análisis. No se trata de que me satisfaga ese tipo de desconocimiento y mantenga una posición de cerrar los ojos e ignorar lo más posible. Muy lejos de mi pensamiento suele estar conformarme con las explicaciones banales que nos envuelven sin buscar planteamientos nuevos o secundarios. Tampoco me conformo con el desconocimiento propio, sino que intento satisfacer la curiosidad.

A la gente que nos complicamos en buscar extrañas explicaciones y rebuscados argumentos nos impresiona cuando alguien comprime de forma clara y fácil una idea que llevamos tiempo meditando. Así como aquellos que se dedican a un oficio “simple”. Y no lo digo con ningún desprecio ni infravalorización, sino más bien al contrario, sorprendiéndome de que, por ejemplo los músicos, sin buscar mayor explicación, consigan hacerte sentir experiencias indescriptibles con melodías únicas. Y entonces me acabo preguntando si vamos en el buen camino. Si realmente los beneficios que conseguimos son claramente superiores a los esfuerzos invertidos. Y no veo la respuesta nítidamente. No estoy convencido de que acabe sirviendo aquello que intentamos descifrar complicándonos tanto (que ironía).

No acabo de aceptar que yo piense esto, aunque está claro que las ideas simples son inminentemente destruidas en el momento en que se piensa en ellas. ¿Seamos simples?

-Abierto turno de opiniones al respecto-

8.4.09

Deidad

FITO PAEZ Pétalo de sal (invitado Marlango)