21.8.11

Y tú, ¿qué dices?

Crisis de ideas. 

¡Sugiéreme el tema de la siguiente entrada de blog!

17.8.11

El hombre que lo hacia todo por amor

Por la mañana iba al banco, donde le esperaba Carol; la rubia que le habla siempre con tanta amabilidad. A continuación se acercaba a la tintorería, donde dejaba a la guapa dependienta cualquier prenda para hacer uso de sus servicios. Con esto ya llegaba el mediodía, así que acudía siempre al mismo restaurante. Principalmente para ver a esa camarera. "Como me gustan estos pantalones de vestir", siempre piensa él. Siempre concurría las mismas calles a las mismas horas así que a menudo veía a las mismas mujeres realizando sus monótonos paseos. Prácticamente ya hablaba con todas ellas, excepto aquella jovencita que le traía de cabeza, que siempre la veía ir y venir con chicos diferentes. Así caminando, solía llegar a la farmacia (siempre la misma) donde compra cada día. Empezó comprando una simple caja de gelocatil pero la amabilidad y la belleza de la farmacéutica le atrajo hasta tal punto que siempre acude allí para pedir consejo (y así la conversación se alarga algo más). ¡Hasta llegó a pedir medicamentos para su amigdalitis crónica! Suele inventarse las enfermedades, aunque antes chequea los síntomas por internet. Y por último, en la esquina de la calle de su casa va al super. Siempre va a la misma hora porque sabe qué turno hace su cajera predilecta. Va directamente a ella, en el pasillo de las máquinas para cobrarse a uno mismo y finge no saber cómo marcar alguno de los productos. Es así como habla con Mary, la morena que le enamoró hace ya meses. Solo, vuelve a casa hasta el siguiente día. Alguna vez pensó en llamar a una prostituta. En conocer a alguna y así comprobar si también se enamora de ella. Pero siempre descarta esa idea. Ellas no lo entenderían. No se trataba de sexo. Se trataba de una predilección, de una frescura, de una suavidad, una belleza, una simpatía... Una atracción que desaparecería en el mismo momento en que dejasen de tener esa relación tan distante. Una atracción que no se encontraría si hubiese una mínima relación.

4.8.11

La música como ilusión

Llevo tiempo pensando en algo para intentar poder aproximarme a explicarlo.

La música es una ilusión. La música es un conjunto de notas e instrumentos que crea la ilusión de melodía conjunta. Tu cerebro te suele engañar. De hecho, te ha de engañar para que no veas notas sueltas sino melodía junta (y por lo tanto ya no seas capaz de discriminar notas sueltas: no creo que se puedan hacer las dos cosas en el mismo momento). Está claro que te puedes entrenar. Mucha gente lo hace. Y entonces tu mente es capaz de separar instrumentos y, dentro de cada uno de éstos, notas individuales. Con entrenamiento puede desaparecer esa especie de magia que hace que sólo seas capaz de ver el conjunto. Es como con la magia. A menudo cuando te sabes el truco, pierde la gracia. O como el cine (24 fotogramas por segundo) o la televisión (25). Son efectos que nuestra mente (salvo entrenamiento) no es capaz de evitar. Y precisamente por eso, al no evitarlos, hace que puedas ver ese tipo de ilusiones. Es como un arco iris. ¿Porqué nadie se entrena para poder ver que no hay semejantes líneas de colores en el cielo?


Diablos, creo que prefiero ser engañado y disfrutar de todo este tipo de ilusiones... aunque esto conduce a otra discusión que entablo a menudo en silencio en mi cabeza: no preguntarse por las cosas y ser feliz vs preguntarse más por las cosas y ser menos feliz. De eso quizá otro día hablo...