8.12.08

Escrito en Futuro

Hoy me ha venido un recuerdo a la cabeza. Uno de esos recuerdos que parecen durante meses olvidados y de repente zas! Recuerdo mis años de universidad. Fue cuando abrí los ojos y empecé a crecer. Me gustaban especialmente los viernes, que era el día escogido para que un tal Mejide (que se habrá hecho de él...) publicase una columna en alguno de los diarios gratuitos de por entonces. De profesores no recuerdo demasiados, sólo los que brillaron en positivo y alguno que brilló en negativo, pero que se arregló con alguna broma en los últimos años de carrera. En algún momento fue complicado compaginar los estudios con el trabajo... pero creo que sin ese esfuerzo en compensar los estudios y la mínima experiencia laboral todo hubiese sido muy diferente. Tampoco sé cómo podíamos vivir sin x. Es impresionante la revolución que causó y la mejora en calidad de vida que provocó en la sociedad. Cualquiera de nosotros hoy día estaría perdido sin ello. Y recuerdo la poca importancia que concedía a la familia... ¡quien lo diría ahora! Soñaba siempre en viajar, de aquí para allá, solo o acompañado; y nunca me arrepentiré. El primer viaje solo fue fantástico. No recuerdo casi nada de lo que estuve haciendo (la buenísima memoria de mi juventud se ha ido lamentablemente deteriorando con los años) pero lo que sí recuerdo es todo lo que significó para mi. Posteriormente vinieron otros viajes más o menos fugaces hasta hoy; preparando la maleta (definitiva). Hay cosas que echo de menos. Y a hay otras que no; porque no las recuerdo.

Como han cambiado las cosas, ¿no? O eso, al menos, esperamos.