1.11.19

En el FGC

- Perdona. 
- (…)
- Perdona. Ya hemos llegado.
- Ah sí… gracias. Me había quedado empanada.
- Sí… jeje ya te veía. Casi te vuelves de nuevo para Terrassa.
- Pues no hubiera estado mal eh. Total, para lo que tengo que hacer aquí.
- ¿Qué pasa? ¿Te quedan por delante 10 horas de oficina?
- Peor
- ¿Peor? ¿11 horas?
- No, no. Es que…
- Perdona si te estoy insistiendo demasiado. Tampoco nos conocemos de nada.
- No. No importa. Es que resulta que tengo que ir al tanatorio.
- Ah ¡ostras! ¿Ha sido por sorpresa?
- Bueno, más o menos. Llevaba mala un tiempo y al final no lo soportó más.
- Me sabe mal. ¿Era alguien muy cercano?
- Mi gata.