12.2.10

Entrada 100.

Ya lo entiendo.
Ya sé porqué me cuesta tanto escribir. La cosa es que casi a diario siento algo dentro de mí. Algo muy fuerte, inexplicable. Y por eso, porque no se puede explicar, acabo intentando escribir sobre cualquier banalidad. Veo la magia de cada objeto. Los sentimientos ocultos en cada momento. Y me enamoro de muchos detalles en forma de situaciones, pensamientos, sensaciones... Y sólo en esos momentos me siento completo. Cuando no tengo esa suerte, me noto desintegrado, aburrido y deshecho. En esos instantes es como cuando ves en una peli (o en House) que el protagonista está a punto de entender algo; con cara de “lo estoy comenzando a pillar...” y en pocos segundos es capaz de dar respuesta a aquello que parecía indescifrable. Pero esa respuesta no me llega. No la necesito. Disfruto de ese estado transitorio en el que me creo especial.
Y hay cosas que cuanto más te interrogas, menos entiendes y más alejado te encuentras.