12.8.13

Adiós

Quedaban pocos minutos para las 9 de la noche cuando ella llegó a casa después de trabajar y no lo encontró. "Qué raro". Al poco descubrió una nota más extraña aún: "Me he ido. Era lo mejor. Por favor, no intentes contactar conmigo". Estupefacta se quedó persiguiendo a toda prisa las pertenencias que él ya había recogido de sus espacios para siempre. Estuvo pensando mucho qué hacer. Lo conocía bien -o eso creía- y no paraba de pensar que si él le había pedido que no contactara, no lo debía hacer. Pero quizá tuviera que mostrar algún tipo de interés, ¿no es así? Estuvo toda la noche sin dormir: "ahora lo llamo. No. No lo haré. Sí, tengo que saber más. Confia en él". Todo era una caja de misterio y de dudas acerca de los motivos que le llevó a tomar esa decisión. "Seguro que es culpa mía" "¿Porqué no le hice caso cuando lo tenía?". Para acabar por pensar "sabía que este tio algo raro tenía. Pues que le den". Y así, algunos días con mayor dificultad y otros con menor, consiguió que éstos fueran pasando dando lugar a nuevas personas y situaciones. Lejos de olvidar por completo toda esa experiencia, a ella la marcó ese, ahora ya, extraño. Y no fue hasta pasados cerca de 4 años cuando, por casualidad, se encontró a su hermano por la calle. El que era su cuñado se sorprendió de no haber tenido noticias de ella. Nunca se había querido ni imaginar qué debió pasar entre ellos aunque todo le hacía sospechar que ella lo dejó al ver que, a su lado, no iba a ser capaz de cumplir sus objetivos personales:
- ¿Qué tal está?
- ¿Quién?
- ¿Quién va a ser?
- ¿No lo sabes? Le detectaron un tumor cerebral. Todo fue muy deprisa. Murió hace más de 3 años. 

Efectivamente, aquel día, llevando un par de días aquejado por un dolor muy fuerte de cabeza fue al médico. Le hicieron pruebas y en cuanto se lo comunicaron decidió lo que él creyó que era lo mejor para ella. No volverla a ver más.

8.8.13

Oysho

Entras como si nada y te invade esa atmósfera en la que no se te hace raro imaginarte a todas las clientas vistiendo solo esos conjuntos de lencería sexy que valoran si comprar.

¿Nunca volverás a entrar igual, eh?

6.8.13

Cris

Mi vicio, tu piel.
Mi ambición, tu ser.
Una carícia, mi sed.
Enamorarme de ti, mi enfermedad.
Tus jugueteos, mis ilusiones.
Un adiós, mi castigo.
Tus sentimientos (o la falta de ellos), mis puñales.
Tu descontrol, mi ilusión.
Tu diversión, mi preocupación.
Tus gestos, mis interpretaciones.
Tu realidad, mi crueldad.