23.8.12

No me lo negarán...

No me negarán que nos movemos por intereses, ¿verdad? "Intereses" entendidos en su concepción más (y más) amplia. Provecho, utilidad, ganancia aunque también conveniencia o beneficio en el orden moral o material dicta la definición de la RAE.

Pues bien, lo que quiero decir con esto es que, en el buen sentido, nos mueve el interés por conocer y compartir momentos con determinadas personas. Ahora esta persona me provoca cierta reacción. Ahora quiero saber más (y más) de esta persona. Ahora quiero obtenir tal beneficio de mi relación con esta persona. Si simplificaramos mucho podríamos lograr ver qué obtenemos a cambio de esa situación compartida con otra persona. No es hora de pensar en lo que aportamos nosotros sino sólo lo que conseguimos nosotros. Lo que nos mueve. Lo que obtenemos. Lo que nos motiva a avanzar con una determinada relación será en base a lo que nos aporta también. Será también ese interés aquello que nos hace persistir en los malos momentos o disculparnos en las situaciones tensas. Ceder. Perdonar. Regalar. Todo ello es para obtener de una manera u otra algo de la otra parte.

Y si hasta aquí me siguen, debo mojarme: cuando te haces viejo (que no mayor) no te interesa nadie ni nada y por ende se deduce que a nadie de tu edad le interesarás tú. Y ya por no hablar de la gente más (y más) joven, la cual se aleja cada vez más (y más) de los más (y más) experimentados. Pocos encuentran ya interés en esas figuras históricas. A medida que pasan los años te debes dar cuenta de lo que te reporta personalmente tanta actividad y entrega con el resto y vas abandonando esos hábitos de manera que te vas encerrando cada vez más (y más). De manera que lo de fuera te importa cada vez menos (y menos). Y con lo de fuera me refiero incluso a lo que está muy cerca. Pero fuera. Fuera de tus más (y más) cercanas fronteras.

Particularmente, yo pienso que con los años cada vez hablo menos (y menos). Comparto menos (y menos). Cada vez guardo más (y más) para mí. Evito ciertas situaciones y me escabullo entre unos y otros. Y cuando pase de la segunda edad poco interés podré tener ya en nada... Uf! Cada vez escribo menos (y menos)

21.8.12

¿Quedando?

- Comencemos por el final, si te parece: ¿Qué harás este fin de semana?
- ¿Debería entonces invitarte a tomar un trago en mi casa?
- ¿Perdona?
- Claro, si dices que comencemos por el final...
- Ah. ¿Y así acabaremos, pues?
- ¿Quién sabe?
- Yo no sé ni cómo empezamos tú y yo.
- Desde luego que estás haciendo que esto de hoy empiece muy raro.
- Ja ja
- ... ¿? ¿De qué te ries?
- ¿No has visto el anuncio?
- ¿Cuál?
- El de meetic. Es uno nuevo. Y me encanta porque dice que cuando quedes con alguien que habrás conocido por internet no sabrás como acabará; quizá bien, quizá mal, quizá en unos minutos, quizá en años o décadas; pero lo que sí que sabes es cómo habrá empezado.
- Ah. Pues no me suena. Ya me fijaré a ver si lo veo...
- Pues sí. Es muy bueno...
- Ahá...

- ...
- ...

- En fin, pues... ¿qué ha sido de tu vida todo este tiempo?

6.8.12

Politics

“Voy a crear un partido político que va a tener una sola norma: Cuando se apunte otro, me borro yo”    
Manolillo Chinato

3.8.12

El miedo a responder

Finalmente él se atrevió. Le costó decidirse pero... "¿qué voy a perder?" pensó. Pues eso, dio el primer paso pero ella no reaccionó. A ella no le interesó, quizá le sorprendió o le dio vergüenza contestar. Él se pregunta ahora si se equivocó. Si hubiese sido mejor el no atreverse a dar el primer paso y no crear esta extraña situación. Quizá fue un error. Lo hecho, hecho está. Y ya no se sabrá nada más de ese tema. Ya no volverán a coincidir. Ya no la volverá a ver. Aunque, ¿quién sabe si dentro de unos años volverán a coincidir por alguna gracia del destino? ¿Se atreverán entonces?