Hay quien piensa que los sueños constituyen la más eficaz forma de encontrar soluciones a los problemas diarios, otros nos han narrado una extensa lista de interpretaciones confusas, y otros no encuentran relación entre realidad y sueño.
Cuando nos levantamos nacemos. Cada amanecer es un nacimiento. Hay días en los que nacemos como jóvenes estudiantes animados pensando en un futuro incierto. Hay días que lo vives intensamente, que crees que necesitas más tiempo, pero te das cuenta al día siguiente, en el cual el tiempo te sobra, que no se trata de eso. A veces te levantas con unos determinados propósitos que tú mismo sabes que no cumplirás. Muchas otras, te sorprendes de comprobar cómo todo va encajando, y sin presión alguna por tu parte. A veces sólo eres el componente de una família, un componente más que no debe destacar, esa es tu función. Otros días sólo se componen de diversión, de amor, de drogas, de agresividad, o de enfermedad.
Para serte sincero, lo último que pensaba en un día como hoy era que iba a escribir esto, pero fijate... lo he decidido pese al día que me ha tocado vivir. O mejor dicho que he querido vivir. Puesto que no lo dudes que, salvo las condiciones meteorológicas y alguna cosilla más, tu día lo decides tú.
¿Qué cuerpo te tocará mañana?
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