30.12.13

La vida

Hay días en los que te da por preguntarte sobre, como diría Monzo, "el perquè de tot plegat" (libro traducido como "el porqué de las cosas"). Quizá te lo preguntas porque conoces a alguien con unos valores y objetivos muy diferentes a los tuyos. O, peor aún, porque te despides con una sonrisa de alguien al que no sabes si volverás a ver algún día. O quizá te levantas así, preguntando "¿porqué?" (especialmente un puto lunes a las 7.00h).

Tanta dedicación, tanto esfuerzo, pero sobre todo tanto TIEMPO… ¿para qué? ¿Cuál es tu objetivo?

Quizá sería un error tenerlo tan claro. Soñar en algo imposible de alcanzar. O encontrarte en una situación peor: si un día lo consigues ¿qué te quedará? No sé si es mejor no tener claras tus metas o ese sentimiento vacío que, quieras que no, te deja el obtener tus anhelos y "acostumbrarte" a ellos.

Sí. También me conozco la respuesta típica de ir cambiando tus metas a medida que las vas alcanzando. Pero vamos, no seamos simplistas. Aquí se habla de algo más. De algo que está por encima de todas esas pequeñas metas y que sin la cual esos pequeños objetivos no tendrían ningún sentido.

Es como si el objetivo de un jugador de fútbol fuese marcar un gol. Si el objetivo general no es obtener el campeonato, ¿qué sentido tendría marcar 1 gol absurdo e inútil?Pues eso es lo que pienso yo. Puedo discernir las de corto alcance: marcar un gol, defender a muerte, ser el pichichi (objetivo obviamente mucho más individualista) o incluso ganar el partido pero si hablamos del campeonato que lo guía y motiva todo, ya me quedo sin argumentos...

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