10.6.13

Historias.2

El otro día iba a coger el ascensor de la torre Agbar, en la que la semana que viene comenzará el horario intensivo de verano hasta las 15h, cuando, al entrar, pillé una conversación a medias entre dos personas de mediana edad. Una de ellas hablaba acelerado, sin hacer casi pausas entre sus palabras: 

- (...) ¿Será posible? Yo la verdad no doy crédito. Luego se llenarán la boca de palabras como talento o adaptabilidad y ellos son los que menos lo ponen en práctica. No tienen ni puta idea. Yo, que llevo más de 10 años pasando por diferentes departamentos y dando siempre el 100%. Yo, sabes, que he hecho siempre muchas más horas de las que me tocaban sin pedir nada a cambio. Y no como ese tal Albert, que siempre se larga cuando dan las 18h. Y lo peor de todo. Adivina cómo me lo ha dicho la de recursos humanos. (Sin esperar respuesta) Coge y me suelta que la vida es cuestión de priorizar y que ahora mismo yo era del todo prescindible.  
- Eso mismo le dije yo a mi ex 

Y antes de ser replicado, sin tiempo para asumir esas palabras, se despidieron hasta nunca.

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