Mientras ella ríe por algo que ha dicho él, él está callado,
observándola.
- ¿En qué estás pensando ahora mismo?
- Pues... ¿quieres que te sea sincero?
- Claro. A ver, sorpréndeme.
- Mm... ¿nunca has pensado en la posibilidad de que
lleguemos algún día a ser pareja?
- ¿Cómo?
- Nada, olvídalo
- ¿Cómo, cómo? ¿Qué dices? Tu estás casado. ¿Porque piensas
eso?
- Sí, ya. Y tu tienes pareja y un hijo.
- Entonces, ¿a qué viene eso?
- Bueno, ya sabes que 6 de cada 10 parejas se separa, ¿no?
Bueno, casi 7, en realidad.
- Ya bueno pero no sé... eres mi amigo.
- Sí, sí. Y tu mi amiga pero ya sabes, a veces las cosas dan
muchas vueltas.
- Pero... ¿tantas?
- Bueno, no sé. Desde que te conocí pensé que podíamos
congeniar muy bien. Que nos podríamos entender.
- Ai no sé.... se me hace raro esto que me dices, la verdad.
- Olvídalo, quizá mejor que no te lo hubiera comentado.
Ahora ya no me mirarás igual.
- No te preocupes. Yo también lo había pensado.