Un día soñé que me levantaba por la mañana, a primera hora, y con la fantasía onírica habitual entendía algo que, a todas luces, parecería inexplicable durante la vigilia. Resultaba que los días pares del calendario eran invierno hasta las 12 del mediodía y otoño hasta las 12 de la noche, y los días impares eran verano hasta las 12 del mediodía y primavera hasta las 12 de la noche. Con tal panorama, ¡menudo fastidio el equivocarse de día a la hora de vestirse! Era importante estar bien despierto desde primera hora del día. Además, cada noche se cambiaban las sábanas dependiendo de si se iba a pasar frío o calor, aunque nunca se sabe... La gente que odia el verano estaba mosqueada día sí, día no; aunque al año serían el mismo número de días de mala uva. Y lo mismo pasaba con la gente que no le gusta el frío... Aquellos pantalones tan cutres y pasados de moda que se pueden desmontar o montar para pasar del pantalón largo al corto (o viceversa) eran de lo más kitsch. La moda se actualizaba, nuevamente, hacia algo peor. La gente "fresca" (mujeres pechugonas y hombres culturistas -que no culturalizados-) continuaban vistiendo de la misma manera a pesar de ser invierno-otoño o verano-primavera. Finalmente, como tenía que pasar, me levanté constipado.
3 comentarios:
M'ha agradat. Molt guai. M'encanta el final, a més :)
Keep writing ;)
Segueix escrivint historietes així^^, amb original i divertida imaginació.
seguirem somiant =)
jejejeje cool!
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