Hoy me han regalado un cuadro. Una chica ha venido tras la actuación, ha esperado con paciencia a que atendiera a todo el mundo y me ha pedido un momento... Me ha hablado del servicio que le han hecho algunas de mis rimas en momentos complicados de su vida, de lo bien que se siente cuando me escucha y de lo que ha disfrutado en mi concierto -mejor dicho, nuestro concierto, pues sin ellos no hay actuación-. Me ha dicho que es licenciada en Bellas Artes y que, como se sentía en deuda conmigo, quería regalarme su arte. Es un cuadro precioso... simplemente soy yo, pero la imagen no está sacada de ninguna foto que recuerde. Eso me ha emocionado. Aquella chica ha invertido horas de su vida en hacer esta pintura; la imagino concentrada con su pincel, exigiéndose un poco más para llegar a hacer algo realmente especial. La imagino metiendo el lienzo en un marco, saliendo de su casa con él bajo el brazo, cuidando de su integridad durante el concierto y pensando en qué me iba a decir cuando me lo diera. La imagino esperando que me agrade y la imagino también complacida cuando ha visto que ha sido así. No recuerdo su nombre y la firma en su obra para mí es ilegible, así que probablemente nunca llegue a saber cómo se llama y ni siquiera vuelva a verla más, pero así, con esta transacción de su arte por mi arte, hoy me voy a la cama feliz sin matices.
Ríe cuando puedas, llora cuando lo necesites
EL CHOJIN
EL CHOJIN